Aitana Bonmatí, Un reconocimiento que va más allá de los títulos

La gala, organizada por France Football bajo el resplandor de una de las noches más magnas del deporte, colocó nuevamente a Bonmatí en lo más alto. Aunque su club, el FC Barcelona, no pudo coronarse en la final de la UEFA Women’s Champions League (derrotado por el Arsenal), la centrocampista fue pieza clave en cada etapa de la temporada y fue elegida mejor jugadora incluso en certámenes que su equipo no ganó.

En declaraciones tras recibir el premio, Aitana expresó su emoción mezclada con humildad:

“Es mi tercera vez aquí, no sé muy bien qué decir. Podría haber sido cualquiera de las otras nominadas. Si pudiera compartirlo, lo haría.”

Uno de los momentos más memorables de la ceremonia fue cuando le entregaron el trofeo en manos de Andrés Iniesta, uno de sus ídolos de siempre, algo que la catalana reconoció como un privilegio especial. Asimismo agradeció a Xavi y al club, así como al colectivo que trabaja detrás de escena.

También destacó una señal simbólica: por primera vez, los premios femeninos se entregaron con el mismo estatus (en términos de ceremonia) que los masculinos, un avance visible en la lucha por la igualdad del fútbol profesional.

Datos que legitiman la consagración

• Bonmatí se impuso sobre rivales de peso: Mariona Caldentey (Arsenal / selección española), que ocupó el segundo lugar, y Alessia Russo (Inglaterra / Arsenal), que completó el podio.

• En la temporada 2024-25 consiguió con su club varios títulos nacionales (Liga, Copa de la Reina, Supercopa de España) y alcanzó la final de Champions.

• En la selección, Bonmatí fue una figura determinante en la Eurocopa 2025, anotando incluso en instancias decisivas para guiar a España hasta la final, aunque perdió en los penales.

• Con su victoria, Aitana ahora se suma a leyendas como Michel Platini y Lionel Messi que habían ganado tres Balones de Oro consecutivos en sus respectivas categorías masculinas.

De campeona individual a símbolo colectivo

El caso de Bonmatí no es solo una historia de talento descomunal, sino también de consistencia y carácter. Que haya ganado el trofeo en años en los que su equipo no conquistó la Champions o en los que su selección quedó a las puertas, habla de un reconocimiento que trasciende los resultados colectivos: se valora su influencia, su permanencia en la elite y su capacidad de brillar frente a la adversidad.

Además, su discurso y su presencia mediática refuerzan un mensaje cada vez más claro: la visibilidad del fútbol femenino, la exigencia por igualdad y el respeto al mérito deportivo. Que esta entrega del Balón de Oro esté marcada por la equidad simbólica entre hombres y mujeres es otro triunfo para adelante.