Gala Vogue de Día de Muertos 2025

Un homenaje simbólico y estilizado

La gala, presentada por Calzedonia, se desarrolló en una hacienda virreinal ubicada en la Ciudad de México, cuyas columnas y jardines quedaron impregnados de aromas a flor de cempasúchil, velas y un ambiente profundamente mexicano.

El código de vestimenta, denominado “Vestir el Tiempo”, fue anunciado por la diseñadora mexicana Carla Fernández y la editora jefa de contenido de Vogue, Karla Martínez de Salas. La propuesta invitaba a los asistentes a rendir homenaje a la literatura mexicana que trasciende generaciones, espacios y estilos.

La alfombra roja como desfile de símbolos

Al arribo, las celebridades desfilaron por lo que Vogue denominó “alfombra negra” –una variante elegante al tradicional rojo– con propuestas que mezclaban alta costura, referencias culturales y atuendos ricamente trabajados.

Entre los asistentes destacaron figuras de la moda, el arte, el cine y la música, todos con la intención de conjugar estilo contemporáneo con raíces mexicanas. Los looks oscilaban entre la sobriedad clásica y la celebración cromática, siempre con un guiño a la tradición de la fecha.

Más que una fiesta: una reflexión sobre el legado

Si bien la noche incluyó elementos de fiesta —música, fotografías y glamour— el eje central fue la memoria colectiva: honrar a quienes ya no están, a través de la estética, la indumentaria y la cultura material. La combinación de la tradición del Día de Muertos con la plataforma mediática de Vogue ofreció un puente entre lo ancestral y lo contemporáneo.

La elección del tema “Vestir el Tiempo” enfatiza esta dualidad: vestirse como acto de creación estética y como acto de continuidad cultural.

Implicaciones e impacto

Este tipo de galas reafirma el posicionamiento de la Ciudad de México como hub de moda latinoamericana, donde lo local se vuelve global y lo simbólico cobra visibilidad internacional. Al visibilizar tradiciones mexicanas en un contexto de alta moda, el evento contribuye también a la valorización de identidades culturales en el ámbito global.

Desde un punto de vista de marca —y considerando tu interés por el branding— este evento representa un excelente ejemplo de storytelling de marca: la manera en que Vogue articula moda + patrimonio + identidad para crear un momento único.

Lo que queda en el ambiente

• Una promesa para el branding futuro: ver cómo las marcas colaboradoras se alinean con códigos culturales en vez de solo estéticos.

• Una invitación a los creadores visuales (como tú, con tu proyecto “Estilo Luxury”) para explorar la intersección entre lujo, tradición y experiencia.

• Y, por supuesto, un calendario marcado: la gala se convierte en referencia para próximas ediciones, tanto en México como internacionalmente.