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LUXURY
Monica Luna
10 sep 2025
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta estratégica para la industria automotriz y Porsche es el último ejemplo de su impacto. La firma alemana anunció que, gracias al uso de modelos avanzados de IA, logró reducir de manera significativa los costos y tiempos de desarrollo de su nuevo Cayenne Electric, el primer SUV de gran tamaño totalmente eléctrico de la marca.
De acuerdo con la compañía, la tecnología permitió prescindir de 120 “mulas” de prueba, es decir, prototipos físicos que tradicionalmente se utilizan para validar componentes y sistemas en distintas fases del desarrollo. Estos vehículos suelen implicar altos costos de producción, logística y pruebas en carretera.
La IA se encargó de simular y optimizar virtualmente áreas clave como el rendimiento del tren motriz, la gestión térmica, la aerodinámica y la eficiencia energética. Esto no solo redujo el número de prototipos necesarios, sino que también aceleró los procesos de validación antes de llegar a la etapa final de ensamble.
“Gracias a la inteligencia artificial, pudimos acortar tiempos y mejorar la precisión en las pruebas, lo que nos permitió avanzar hacia un Cayenne eléctrico más eficiente y competitivo”, señalaron ingenieros de Porsche en el comunicado oficial.
El Cayenne Electric, previsto para debutar en los próximos meses, se posicionará como un modelo clave dentro de la estrategia de electrificación de la marca, que apunta a que más del 80% de sus ventas globales sean de vehículos eléctricos para 2030.
La adopción de IA en la industria automotriz marca una tendencia creciente: reducir costes, aumentar la sostenibilidad y garantizar productos de mayor calidad sin necesidad de recurrir al mismo nivel de pruebas físicas del pasado. En el caso de Porsche, este avance refuerza su apuesta por combinar tradición deportiva y lujo con innovación tecnológica.