ESTILO
LUXURY
Monica Luna
16 sep 2025
Las acciones de Volkswagen y Porsche sufrieron fuertes descensos en la Bolsa de Fráncfort luego de que ambas empresas revisaran a la baja sus previsiones de beneficio para 2025. Los mercados reaccionaron negativamente ante la noticia, afectando también a otros fabricantes automovilísticos en Alemania.
Detalles:
• Desempeño bursátil inmediato:
• Porsche cayó aproximadamente un 7,3 %, cerrando cerca de 40,49 euros.
• Volkswagen retrocedió cerca del 6,1 %, hasta 91,36 euros.
• Porsche SE (holding que agrupa participaciones de VW y Porsche deportivo) registró una caída del 5,3 %, situándose en 33,30 euros.
• Otras marcas alemanas también sufrieron: Mercedes-Benz bajó ~2,7 % y BMW alrededor de 2,5 %.
Motivos de la revisión a la baja:
• Volkswagen ajustó su previsión de rentabilidad operativa sobre la facturación para 2025 a un rango de 2-3 % (antes estimaba entre 4-5 %).
• Se espera que la división de automóviles de VW no genere flujo de caja neto este año; previamente, se estimaba un flujo de entre 1.000 y 3.000 millones de euros.
• Porsche también redujo sus expectativas: para este año proyecta una rentabilidad sobre ventas de hasta ~2 % (antes entre 5-7 %) debido a depreciaciones en algunos proyectos y provisiones.
• A mediano plazo (2026-2030), Porsche aspira a una rentabilidad sobre ventas de entre 10-15 % (anteriormente entre 15-17 %).
Impactos colaterales:
• Volkswagen estima que los cambios en los planes de Porsche —como abandonar algunos proyectos de eléctricos y mantener motores de combustión en ciertos modelos— podrían afectar los resultados operativos del grupo en unos 5.100 millones de euros.
• La incertidumbre generada por estas revisiones y los costes asociados a depreciaciones, provisiones y otros gastos se reflejaron en la confianza de los inversores, generando caídas generalizadas en acciones del sector automotriz alemán.
Las malas noticias de los pronósticos de beneficio de Volkswagen y Porsche han tenido un efecto dominó en el mercado alemán automotor, erosionando el valor de sus acciones. Las reducciones se deben principalmente a mayores costes, depreciaciones y una estrategia menos agresiva hacia los autos eléctricos, lo que plantea retos en la rentabilidad futura para el grupo. La situación pone en relieve las tensiones entre invertir en tecnologías nuevas (como el coche eléctrico) y los costes de mantener líneas tradicionales de combustión, así como la necesidad de gestionar adecuadamente los riesgos asociados a esos cambios.